Llegar demasiado temprano al aeropuerto puede ser una gloria o una tortura dependiendo de si es grande y tiene entretenimientos o si te gusta el freeshop. Algunos son casi como una ciudad con tren incluido como el de Qatar y en esos el tiempo se pasa volando (cuak).
En el caso de Krabi el aeropuerto no tiene casi nada y llegar mas de tres horas antes por un vuelo low coast es como mirar una carrera de tortugas.
Viajamos por Thai Air Asia, la compañía low cost y a pesar de las dudas que te genera un accidente como el del 2014 de Air Asia, la verdad es que es una aerolínea impecable al menos así fue para nosotros.
El avión estaba lleno de niños y bebés, parecía el viaje de egresados de una guardería y la verdad, me imagine un vuelo musicalizado a llantos con aroma de pañal. No pude haber estado mas equivocada, los niños ni se sintieron y no puedo decir lo mismo de mi compañero de adelante que con sus ronquidos provocaba turbulencias.
Contenido
Llegada a Bangkok
Una hora y veinte después, pisábamos Tailandia.
Estaba ansiosa por conocer Bangkok, me habían dicho tantas cosas buenas y tantas malas que tenía las expectativas revueltas y mejor así.
Tenía en mente lo que me iba a costar un taxi desde el aeropuerto hasta el hotel pero también me habían dicho y había leído que hay mucho oportunista, que lo mejor era tomar un taxi “publico” en una de la puertas del aeropuerto y eso empezamos a buscar.
El taxi no era una Ferrari pero calcule que hasta el centro de Bangkok llegaba. Sin cinturón de seguridad ni aire acondicionado y con un taxista con menos onda que pelo de tailandés (😝). No hablaba inglés y tampoco tenía intenciones de comunicarse de ninguna manera.
Con una seña de manos que todavía estoy pensando que quiso decir, me indicó que pagara el peaje. Fue Pepe el que se dió cuenta que nos estaba pidiendo eso y no porque entienda el lenguaje de señas de Tailandia sino porque vió el peaje adelante.
Estaba tan emocionada de estar en Bangkok!, siempre me emociona llegar a una ciudad que no conozco, no me alcanzan los ojos para retener todo lo que veo.
Un lujo asiático
Llegamos al Hotel. Cuando lo había reservado había visto un hotel impresionante de esos que no podría pagar en otra parte del mundo. Bastante caro para la media de Tailandia pero había obtenido una promoción que aproveche y queríamos darnos uno de esos gustitos que llaman lujo asiático.
Dos muchachos vinieron enseguida a abrirnos la puerta del taxi, me dieron la mano para bajar, nos ayudarnos con las valijas y me sentí Julia Roberts en mujer bonita.
El hall era enorme, me pareció estar entrando a una película de James Bond vestida de hippie. Hicimos el ckeck in, y con la compañía de un muchacho de sonrisa eterna subimos en esos ascensores que tardas menos en llegar al último piso que en contar cuantos pisos hay. Lo intenté.
Piso 30! si nos dieron la habitación 3011 del piso 30!, lo digo de nuevo, piso 30!. La habitación era ese lujo que nos queríamos dar. Enormes ventanales nos mostraban Bangkok, se veía el famoso Siroco, el bar del hotel Lebua, reconocido por ser uno de los restaurantes a mas altura del mundo con unas vistas impresionantes de la ciudad y una cúpula preciosa. Se hizo más famoso aún por la película The Hangover II (Que paso ayer? II). Vamos a ver si lo podemos conocer, nos dijeron que sale carísimo solo tomar una gaseosa.
Visita express y paseo en Skytrain
Ya tarde para recorrer algún templo nos fuimos al MBK uno de los tantos shoppings que hay en Bangkok. Los shoppings no son mis lugares preferidos en un viaje pero parece que acá son una atracción. No fue la gran cosa, salvo por el tamaño. Son 7 pisos, mucho de tecnología, mucha copia trucha y un sector todo para celulares. Tienen también una parte de ropa, regalería, etc. Si la tecnología es lo tuyo este lugar te va a encantar.
Para ir al MBK tomamos el famoso skytrain, este hotel tiene la parada justo en la puerta y hay un puente en el tercer piso que te lleva directo a la estación.
Entre esas cosas hermosas que tiene viajar a un lugar donde hablan un idioma que nada tiene que ver al tuyo y escriben con dibujitos, está el momento cuando te subís al transporte público y tenés que sacar un boleto.
Un momento maravilloso donde te sentís tan nabo ahí parado mirando carteles como intentando entender. De verdad tu inconsciente piensa que si lo miras mucho tiempo vas a salir leyendo tailandés. Y entre esas cosas que tenemos los argentinos – tal vez otros también- está esa creencia de que no hace falta preguntar, nosotros podemos resolverlo.
Unos veinte perdidos minutos después mirando lo que hacía la gente, creímos que habíamos entendido y ahí fuimos a sacar boleto y de la nada apareció una chica tailandesa que en inglés nos contó cómo era la cosa.
Se paga solo el trayecto que se utiliza, eligiendo el nombre de la estación que bajas, se ponen monedas y si no tenés hay una ventanilla donde te las cambian sin problemas. Mas fácil no es posible.
Dos personas de seguridad te revisan las mochilas antes de dejarte pasar, supongo que por los atentados recientes y no se porque me pone nerviosa que me revisen si no llevo nada peligroso más que mi cámara de fotos. Otra vez creo que tengo mucha película encima y me viene a la cabeza “sueños rotos” el caso real donde dos chicas quedan presas en Tailandia por tráfico de drogas que un sujeto les puso en su mochila.
Me llamó la atención ver unas flechas en el piso al borde del andén, unas rectas como saliendo y unas diagonales como entrando. No me di cuenta que era hasta que vi a la gente haciendo fila en las que iban en diagonal que son para ingresar en forma ordenada al tren.
Cuando el tren llego nadie se movió, las puertas se abrieron y la gente salió en una fila ordenada por las flechas rectas, cuando terminaron de salir empezaron a ingresar las filas diagonales. Parecía una coreografía de baile. ¿Y el “caos” de Bangkok donde esta? Si a esto le llaman caos deberían venir a tomar un subte en la estación miserere de Buenos Aires a las 8 AM.
La comida tailandesa tiene fama de ser la mejor del mundo pero no me anime a la comida de la calle. No quiero ser explicita pero mi intestino es bastante perezoso y mal llevado, me da miedo perderme días por una rabieta que no me deje salir del baño por el picante.
Afuera del MBK había un mercado nocturno, dimos unas vueltas. Tal vez no coma las comidas en la calle pero si me dan mucha curiosidad. Comí pollo de muchas maneras pero hecho en una especie de tanque colgados del lado de adentro era toda una novedad, será una especie de espiedo o parrilla tailandesa, lo cierto es que tiene una pinta que daban ganas.
Me volvieron a llamar la atención los helados hechos en tubitos de acero y metidos en un cilindro con agua congelada. Los habíamos visto en Krabi. Son de agua con sabor a frutas.
Bangkok me está entusiasmando, volvimos en el skytrain que es como meterse a un freezer ambulante, hay que llevar bufanda aunque afuera se derritan las paredes. La manía de los países calurosos por querer sentirse Siberia.
Gastos del día
- Café y croissant en aeropuerto 300 THB (10 dólares) una locura!
- Taxi Aeropuerto al Hotel en Sathorn 300 THB (10 dólares)
- Agua con gas chica 25 THB (0.80 dólares)
- Skytrain (6 paradas) 40 THB (1.5 dólares)
- Cena en resturante medio plato, postre y bebida 220 THB (7 dólares)
Deja una respuesta